Esta
misma mañana
hemos
llenado
una
caja de cartón
enorme.
Hemos
guardado
cuidadosamente
todo
aquello
que
pensamos
llevarnos
a
otra parte.
Tú
has
introducido
mis
cosas
bruscamente
como
si
petardos
metafísicos
o
bombas ¡bombas!
perfumadas
en
un recóndito pantano
ocupado
por los monstruos.
Yo
las
coloco
con
cuidado,
afanosamente
equilibro
el peso
y
la textura
sabiendo
que
tus
pertenenias
van
a viajar
muy
justas
-
y me despido
ceremoniosamente-
Que
puede que,
ya
no vuelvan,
Que
es posible
que
ya no quiera
yo
más
volver
a verlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario