domingo, 1 de noviembre de 2009

Hambre


Amor.
Súbitos vaivenes
de amor
se van trabando
en el maléfico
lote que
a cada quién
nos corresponde.
Y progresiva
se contornea
la sinuosa
bocanada desde
tu labio
de alboradas.
Desde tu timbre
de voz
que me urge
a revelarte
no más
palabras:
con mis despuntes
y mis arrugas.
Con mis arenas,
grano por grano
apilado
el pequeño montón
sobre la Nada.
En el refugio
que construiré
contigo y
abrigaré para
tus retiradas.

Partículas de
amor de tierra
que se atasca y acumula.
que un simple
reloj de arena
no permite su paso
(a la velocidad requerida)
ritmo, tic tac
impone
la estrechez
cristalina de este
impulso por donde
circulan las
necesidades humanas.

Volcado el reloj
de Arena de amarnos.
Tiempo de amor
invertido y
desequilibrado.

Arena que se
precipita mientras
las miserias se
elevan
enmoheciendo
vilmente la calma.
Me pides, amor,
que te acompañe
y te conduzca
campo a través
por la mañana.

Yo, la verdad, no me atrevo.

No seré capaz si me
propulsas, sin embargo
tampoco si me escalas.

No quieras nacer en mí,
que no comprendes que
no habría modo de resucitarte
si fallaras.
No quieras ser nuevo
germen en mí. Ni te
recrees adentro.
No hay lugar para
acogerte en un mundo
en el que, desabridamente
muchos hay
sin su merecida ración.
No será posible
si me fecundas porque
la Verdad, el Afecto
no han vuelto ni son
para todos.
No puedo tenerte,
criatura,
porque antes de ti,
abandonados ya
palpitan muchos,
minúsculos otros.

4 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=w225LWpdLB4

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  2. A medida que avanza el poema me viene a la cabeza la maternidad, no necesariamente la maternidad literalmente, sino la oportunidad de concepción sentimientos afectivos.

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  3. Hay un ganador. Efectivamente, este poema lo concebí circulando obsesivamente en torno al tema de la maternidad.

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  4. ¡Prrrrremio! ¡Quiero mi prrrrremio!

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