domingo, 11 de octubre de 2009

la cara - la cruz


Si tan sólo
fueras
capaz
de callarte
y escuchar
el sonido
del agua
-flotando-
todo sería
muy fácil,
entrar y
salir sin
rozar
lo quemado
o que,
la caída
-ruge la cascada-
dice, que
la madera
no gruña.
Aceptar
sin sentirnos
culpables
que no recuerdo
acostarme
contigo
porque
tampoco a ti
te importó
que yo no
estuviera
presente
y no fuese
importante
…o esencial.
Si tal vez
te detuvieses
a escuchar,
entenderías
que es
muy sencillo
que no puedas
engañarme
porque tampoco
me dices
agridulcemente Nada.
Y no estás
aunque quieras
creer que consigues
parecer
un buen chico.

1 comentario:

  1. Muy bueno: el juego cara-cruz; la repetición del estribillo para callarse y escuchar...

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